Blogia

micolumna

Pequeños feos detalles

Pequeños feos detalles

Son detalles feos y que tienen algún significado: 

- El transporte público va repleto y una mujer claramente embarazada se queda de pie. Algunos viajeros sentados la miran de soslayo, pero ninguno le cede el asiento. 

- Voy con un carrito llevando a mi hija de año y medio. Me paro en el paso de cebra. Ningún coche se detiene, aunque todos me ven.

 - Llegamos a casa. Unos niños juegan en las escaleras de la entrada. Les decimos, hola qué tal. Ninguno contesta.

 Son pequeños feos detalles, que no son muestra de mala educación. Si sólo fuese eso, como sonarse los mocos en público o comer con las manos, no sería tan grave. Es mucho peor que todo eso. Es una sociedad que se descompone.

Se acabaron las tonterías

Se acabaron las tonterías

Hubo un tiempo en que la economía iba más o menos bien y la gente hasta simpatizaba con los caraduras y pícaros que se forraban a costa de los demás. Los medios de comunicación sólo emitían “realities” y grandes hermanos que la población consumía con alegría y envidia. Los políticos eran medidos por su “carisma” y lo bien que les sentaba la corbata y eso hasta surtía efectos electorales, según los expertos en mercadotecnia. Que si Zapatero es inexperto, no importa, habla bien. Suena bien. Que si Berlusconi es un corrupto o un impresentable, no pasa nada, forma parte del show mediático y la, la, la. . Cuando el estómago está lleno, se tiende a la frivolidad, como en las grandes familias aristocráticas que vivían de fiesta en fiesta. 

Pero todo ha cambiado. Han llegado los tiempos de las vacas flacas, del desempleo y de las familias desahuciadas. La desesperación acucia a todo el mundo. Ya no caen tan bien los analfabetos metidos en una casa haciendo el tonto o los tertulianos inútiles que echan espumarajos por la boca y ganan dinero sin trabajarlo. En los tiempos de esta dolorosa cuaresma se están acabando las tonterías. Toda una generación de políticos nacidos al calor mediático de los tiempos de bonanza será arrasada por otra nueva generación de políticos centrados en los fríos y aburridos balances, más les vale. También los programas basura no empezarán a gustar tanto, porque la simpática envidia de antaño comenzará a convertirse en indignación. 

La gente busca evasión, pero cuando no se llega a fin de mes no se está para gilipolleces, por lo que cada vez se tolerará menos a los gilipollas.

España saldrá de la crisis convertida en potencia

España saldrá de la crisis convertida en potencia

Se dice que España lo pasará mal, que se acabó, etc. Puede ser en los próximos cinco años. Pero no en los próximos diez, en los que surgirá como una gran potencia.

 

No me prodigo habitualmente por ser especialmente optimista, pero si las cuestiones nacionalistas no lo impiden en forma de guerra civil al estilo yugoslavo (esperemos que no), en los próximos diez años veremos a España como una potencia económica, política y militar.

 

¿Por qué?

 

Porque generalmente el PIB de los países sigue fielmente el nivel de instrucción de sus habitantes, con una década más o menos de ajuste y España es una de las naciones más instruidas de Europa.

 

Porque sus Administraciones Públicas van a proceder a su modernización definitiva.

 

Porque dispone de unas infraestructuras de transporte y comunicaciones excelentes para la localización empresarial.

 

Porque sus PYMES encontrarán una plataforma que les permita exportar de manera sostenida y se empezará a generar empleo nuevamente.

 

Porque se generará una nueva clase media en América Latina que demandará bienes y servicios en lengua española.

 

Porque los ingenieros emigrados retornarán al país con experiencia y lanzarán nuevos proyectos  de alto valor añadido.

 

Porque se ha aprendido mucho de los excesos pasados y con España los organismos internacionales no han sido tan complacientes como con muchos que siguen cometiendo esos mismos excesos (RU, EEUU).

 

Porque el país mantiene en su subconsciente colectivo haber sido alguien muy gordo en el mundo,  que le hace muy difícil estar fuera de los focos.

 

 

Las agencias de rating

Las agencias de rating

 

Si determinados países como EEUU, Reino Unido, Francia, Italia o Suecia, tienen un volumen de deuda respecto de su PIB superior a la de España, ¿por qué estamos los españoles en la picota de las agencias de calificación? Porque lo que se analiza no es el volumen de deuda, sino la posibilidad de que haya un impago por la difícil recuperación. Pero, ¿no es este análisis demasiado complejo para traducirlo en términos de rating? Se analiza la deuda nación, el déficit comercial, el nivel de desempleo, etc. Pero no cuadra por qué Italia es un PIIG y no el Reino Unido, tan endeudado como la primera, una balanza comercial deficitaria (la balanza comercial italiana produce superávit) y con mucha menos capacidad industrial y exportadora, además de una inflación peligrosa.

 ¿No será que los análisis de estas agencias son arbitrarios, cuando no directamente racistas? ¿ no será que no se puede tocar a aquellos que te conocen demasiado? ¿no será que buscan producir efectos concretos en el mercado? ¿no será que el que lanza el bulo busca subidas y bajadas para sacar tajada en el momento justo? De todos modos aparecerá la cruda realidad de pronto, que nuevamente las gloriosas agencias no preveerán. Nos desayunaremos con dos golpetazos.

 El primer trauma será la caída de un país blanco, rubio, protestante y de ojos azules (Irlanda, aunque pelirroja y de ojos azules, es católica). Vamos, de los de la gente noble y honrada que nunca especula, no como las indolentes cigarras mediterráneas. Un dato: los países anglosajones han visto reducida su capacidad industrial de manera sistemática en los últimos decenios, perdiendo capacidad exportadora y desequilibrando su balanza comercial. Vamos, consumiendo más de lo que producen (como España en los años de la burbuja). El golpetazo llegará no por el lado del déficit público, sino por el lado del estancamiento económico.

 El segundo sobresalto vendrá de las propias agencias, cuando tocando las narices a alguno que sepa mucho de sus miserias, les saque toda la porquería a la luz. Posibilidades: una investigación policial sobre tráfico de información privilegiada, sobornos, desviaciones fraudulentas de fondos, fraudes fiscales o cualquier escándalo lo suficientemente gordo que las deje desacreditadas ante la opinión pública, cuando no al borde de la disolución. Mira que chulesca era nuestra SGAE hasta antes de ayer. Seguramente que los servicios de inteligencia de algunos países se están currando dossieres de más de uno para tenerlos a mano para el momento justo.

Los problemas de la democracia representativa (I)

Los problemas de la democracia representativa (I)

El posible desprestigio del movimiento del 15-M por su propio devenir de radicalización no debe ocultar un hecho: las encuestas del CIS muestran que los ciudadanos españoles consideran como tercer problema más importante, sólo por detrás del paro y los problemas de índole económica, a la clase política y los partidos políticos. Están claramente delante de otros como la inseguridad ciudadana o la inmigración.

 Se podrá decir que la legitimidad de las urnas es la única posible, que esta es una democracia representativa. También se podrá afirmar que la democracia es el menos malo de los sistemas políticos y que hemos de recordar el horror de las propuestas totalitarias. Sí, todo eso puede ser cierto. Pero el descrédito popular es real, es elevado, es grave. El movimiento 15-M tal vez ha sido una respuesta histriónica y asilvestrada, pero no se debe olvidar que existe un verdadero descontento social y no contra uno u otro partido, sino contra todo el sistema. Este sentimiento se ha acentuado con la crisis económica, pero viene de atrás. Se me ocurren algunas ideas:

 1. La democracia española no ha sido una democracia conquistada, sino pactada. No ha habido una Declaración de Virginia, ni una toma de la Bastilla, ni si quiera una revolución de los claveles. Se ha tratado de un pacto entre élites, aunque refrendado por el pueblo. Este pacto descendente, probablemente era la única salida democrática en el momento en que se gestó y la menos dolorosa. Pero ha arrojado dos resultados perversos: un sistema demasiado cortado a la medida de los partidos políticos y sobre todo, un alejamiento de las bases sociales y populares. Existe, tal vez, un sentimiento subconsciente o consciente de muchos españoles de democracia otorgada y no vivida. Nos han precocinado un plato y nos lo hemos comido, pero podría haber sido otro plato (República, continuación del Franquismo, monarquía al estilo marroquí, dictablanda, mil combinaciones posibles) y tal vez nos lo hubiésemos comido igual. 

 2. Un monopolio absoluto de los partidos políticos, que elaboran de manera opaca sus listas, que las presentan de forma bloqueada, que se financian de forma opaca. Mantienen a personajes imputados en tales listas y como hay que votarlas en bloque, convalidan el trigo con la paja en las noches electorales, prostituyendo todo el sistema.

 3. El predominio de los partidos políticos supone la eliminación de cualquier otro mecanismo de decisión que no esté tamizado por ellos mismos. En treinta años sólo hemos tenido dos referéndums, uno de extraño enunciado y otro ya ganado de antemano. ¿Cuántas iniciativas populares han prosperado?

 4. La desaparición de cualquier mínima conexión entre representante y representado, más allá del posible castigo electoral para toda una formación, pasados cuatro años. ¿Alguien nombraría un representante para su empresa o su comunidad de vecinos para sólo poder pedirle cuentas cada cuatro años?

 5. Como consecuencia de la falta de fiscalización del representante ante el representado, se produce la pérdida de importancia de los programas electorales. Como el representante no tiene que rendir cuentas durante su mandato, puede prescindir del programa electoral, convertido en un mero reclamo publicitario y no en un verdadero contrato, que debiera ser su naturaleza auténtica. ¿Cabría llevar a un político ante los tribunales por un hipotético delito de estafa?

 6. Como consecuencia de la devaluación de los programas electorales, las elecciones se convierten en meras verbenas mediáticas, sin contenido alguno.

 7. La falta de contenido de todo el proceso electoral conlleva la modulación de los programas de gobierno en función de intereses tacticistas o bien en función de imposiciones exteriores.

 8. El empobrecimiento paulatino de la clase media reduce la identificación con el sistema democrático, ya que cada vez se extiende más la percepción de que la política realmente es un asunto de élites.

 9. Los medios de comunicación social están integrados por élites profesionales no muy distintas de las élites políticas. Su ideología dominante es la de su estatus, ni si quiera la de derechas o izquierdas. Su reacción ante problemas sociales tan acuciantes como el incremento de la edad de jubilación o el recorte de las pensiones, ha sido de gran distanciamiento respecto a la de sus habituales lectores (tal como he constatado en los foros de El País y ABC).

 10. La élite mediática se retroalimenta con la política. Da resonancia a los nombramientos, cruces de declaraciones, intervenciones, interpelaciones de la clase política, a modo de Gran Hermano político. Los “creadores de opinión”, conectados con importantes grupos empresariales, marcan las agendas de los políticos. La élite mediática sólo atiende a la ciudadanía cuando se producen noticias, es decir, todo acontecimiento historiable, es decir, susceptible de generar un conflicto.

 11. El ciudadano corriente no se siente reflejado ni en la política ni en los medios. Su desempleo, los abusos sobre los consumidores, la presión fiscal, la dificultad del día a día, no reciben eco. Son problemas que se han vuelto crónicos y lo crónico no es noticiable y no forma parte de la agenda.

 12. Las instancias supranacionales sin base democrática imponen agendas con efectos claros sobre la vida real de las personas. La desconexión entre clase política y ciudadanía hace que se asuman alegremente compromisos internacionales de todo tipo sin medir los costes.

 13. La existencia de agendas internacionalmente fijadas eliminan la posibilidad de las alternativas políticas y de decisión. Entonces, todo el proceso electoral se convierte en un trámite sin contenido. El desprestigio de la democracia representativa se vuelve entonces muy acusado y el sistema entero entra en grave riesgo.

Es la industria, estúpido

Es la industria, estúpido

Cuando Daniel Bell predijo el fin de la sociedad industrial para transitar a una sociedad postindustrial o bien se equivocaba o bien fue mal interpretado. La industria produce bienes y los bienes se venden. Es más, habitualmente compramos bienes y servicios. Los primeros suelen ser más que los segundos. Los bienes o  se extraen de la tierra (agricultura y minería) o se producen (industria). Los servicios suelen girar en torno a los bienes. Me sirven un café porque compro un café. Viajo en metro, autobús o coche porque alguien lo ha fabricado antes. Hasta que el ser humano no se transfigure en un ser inmaterial, energía pura, en el más allá o en una forma evolucionada X, seguiremos requiriendo bienes y ni la industria ni la agricultura habrán muerto.

Por eso sorprende la ilusión con la que los políticos españoles han intentado arrasar con la escasa industria existente en nuestro país. ¿Tal vez porque las actividades industriales son sucias y molestas?¿Tal vez porque las artes mecánicas son indignas de un caballero de buena familia?¿Tal vez porque lo moderno son los servicios?

Algunos se escudan en su ideología liberal, afirmando que la mejor industria es la que sobrevive sola y que el Estado no debe entrar. No opinan lo mismo nuestros competidores, con menos remilgos ortodoxos, cuyas empresas participadas en parte por sus Estados se comen cuotas de mercado sistemáticamente, eliminando las de los países competidores. Se me vienen a la cabeza Renault y Deustche Telecom.

Otros países muy liberales ellos (EEUU y Gran Bretaña) han visto fulminada su industria y su balanza comercial desequilibrada salvajemente en favor de la nueva gran factoría mundial china. Se puede ser liberal, pero no tonto.

 

Jordi Nadal puso de manifiesto la imposibilidad de una revolución industrial en España durante el siglo XIX y principios del XX. Una sociedad agraria y atrasada emergió por la vía de la urbanización masiva en los años sesenta y setenta. Se produjo un cierto avance industrial. Luego llegaron los años ochenta y la entrada en la Unión Europea y las reconversiones. Decían que había que modernizar la economía. Pero miramos a nuestro alrededor y los alemanes tienen industria y minería; los franceses tienen industria y hasta nuestros parientes italianos, también tienen industria y exportan.

Una nación no puede basarse de modo sistémico en el sector servicios, porque salvo el turismo, actividad que nos ha regalado Dios y nuestros políticos han intentado pero no podido cargarse, porque el sol sigue luciendo fielmente en España; los demás servicios son difícilmente exportables. Y si no exportas tu balanza comercial se desequilibra y si se desequilibra tienes que financiarla con deuda. Es la industria, tíos, es la industria.

 

 

Entre tanto, el río sigue su curso

Entre tanto, el río sigue su curso

 

Mientras Al Qaeda atraía trágicamente nuestra atención, , entre tanto, casi sin hacer ruido, el mundo seguía evolucionando más y más. Las tendencias históricas continuaban su paso. ¿En qué consisten?

 

- La caída del Muro de Berlín. Aquel momento muestra poco a poco sus efectos más de veinte años después. La desaparición de un bloque comunista de rostro inhumano ha implicado que vaya desapareciendo el capitalismo de rostro humano que supuso el Estado de Bienestar. Es decir, como ya no hay peligro de que se nos pasen al otro bando, ya les podemos estrujar tranquilamente. Y así están obrando los que mandan, “aconsejados” por los que realmente mandan. Hasta que dejen la cohesión social bajo mínimos y se líe una gorda, que será en un país de resonancia global y con posibilidad de efecto imitación sobre el resto del orbe (¿Francia? ¿Reino Unido? ¿Los mismo USA? No descartemos nada). Es lo malo que tiene la avaricia sin límite, que casi siempre acaba rompiendo el saco.

 

La segunda consecuencia es que Alemania finaliza su proceso de reunificación como lo que siempre ha sido, una sociedad eficiente y trabajadora y una potencia siempre en expansión, con un nacionalismo cada vez más rampante, un europeísmo cada vez más débil y unos criterios de realpolitik tendentes a la anexión económica de todo el continente. La anexión política la intentaron muchas veces y sólo los americanos y los rusos consiguieron evitar el desastre. Hoy los rusos son sus amiguitos y los americanos pasan del tema, porque tienen que arreglar su propia casa. Por ahora no mete miedo, ya veremos. Lo único bueno es que su población envejece a toda pastilla, más o menos como la nuestra.

 

- China. Entraron en el esquema librecambista en 2001 casi sin que nadie se enterase y han arrasado toda la industria del mundo occidental, salvo la muy tecnológica alemana y japonesa, vía deslocalización o vía exportaciones sin rival. Con los beneficios, por si acaso, han comprado la deuda de los países a los que previamente han arrasado industrialmente. No viene al caso, bueno sí. Hay una frase que dice que quien domina los mares domina el mundo: España desde el siglo XVI hasta la Batalla de Trafalgar, Gran Bretaña hasta la segunda guerra mundial, EEUU hasta hoy. Ejem, los chinos están empezando a construir portaviones. Dicen que es para defenderse, jo,jo,jo.

 

El mundo sigue dando vueltas y los grandes acontecimientos buenos y malos son los que nos preocupan, como es muy normal. Pero son los pequeños detalles los que nos muestran las tendencias que marcarán las próximas décadas.

La descomposición de Europa

La descomposición de Europa

EUROPA EN DESCOMPOSICIÓN

 

Por desgracia, asistimos a la regresión de Europa. Esa Comunidad Económica Europea en la que españoles y portugueses ingresamos de la mano, con gran ilusión, retrocede irremediablemente. Tal vez el pesimismo sea un rasgo de mi carácter, pero me temo que se observan algunas tendencias históricas que antes no estaban tan presentes y algunas parecen interconectadas entre sí.

 1º) Una vuelta al nacionalismo. Sí, todo el mundo ama a su país o a su región o a lo que se desee, pero ahora todo el mundo pone sus intereses nacionales incluso por encima no de los intereses europeos, sino por encima de la legalidad europea.

 2º) Ausencia de un sentimiento europeo. Uno de los más graves errores de la Unión Europea es considerar que la vía de la conveniencia puede sustituir a la vía de los sentimientos. Los matrimonios de conveniencia son los primeros en saltar en pedazos cuando surgen los problemas. Para estar a las malas hay que amar, querer, sentir algo. En cuanto ha llegado la crisis, todos a correr a sus respectivas madrigueras. Sin sentimiento los EEUU no se hubieran construido.

 3º) Grave y crónico déficit democrático. Este déficit es el único que no inquieta a las instituciones comunitarias. Desde estas instancias se adoptan decisiones que afectan a los países y que nadie fiscaliza. Si un tipo puede decretar desde un despacho de Bruselas la política económica de mi país, ¿por qué no puedo “premiarle” en las próximas elecciones?

 4º) Fuertes desequilibrios sociales. La llegada de la crisis de la deuda pone fin al Estado de Bienestar de los países periféricos, no percibidos como propios por los demás socios. Como no hay sentimiento de Europa, no hay impresión de pertenencia ni propia ni ajena.  Este desequilibrio social llevará a un mayor nacionalismo y a la aparición de nuevos líderes populistas, con crecimiento de la violencia social.

 5º) Falta de sentido de la responsabilidad. Los países periféricos han percibido históricamente a Europa como un maná de donde ordeñar interesantes fondos estructurales, olvidándose de que todo el mundo está obligado a tirar del carro y a comportarse con sobriedad.

 6º) Falta de liderazgo, falta de liderazgo, falta de liderazgo. Líderes mezquinos o incompetentes dan lugar a políticas mezquinas o incompetentes.

 En estos tiempos de crisis se han escuchado muchas cosas que harían vomitar a Jean Monnet o a Konrad Adenauer. Que si salirse del euro para devaluar. Si salirse del euro para restaurar el marco. Que si una Europa de países nórdicos y germánicos y otra de países latinos (lo ha dicho el Presidente de la Cámara de Industria de Alemania y suena mucho a lo que escribía otro señor en “su lucha”).

 Vivimos tiempos de descomposición en Europa. Esperemos que el moribundo se vaya lo más lentamente antes de que lleguen los zombies de la próxima guerra entre naciones. Es lo que había antes de esta Europa.

La soledad de la ciudadanía

La soledad de la ciudadanía

Es curioso el papel de la prensa en esta crisis. La de derechas porque es de derechas y la de izquierdas porque es del gobierno o de Emilio Botín, unos y otros han dejado huérfana de opinión a la mayoría de la sociedad. En la resaca del “pensionazo”, se percibe una espectacular divergencia entre los editoriales de los principales diarios y las opiniones de los lectores. Una discrepancia absoluta. Tan sólo entre el 1 o el 2% de los que envían su opinión a los foros coincide con los editorialistas. No olvidemos que los lectores suelen ser habituales de estos medios y están acostumbrados a su línea editorial, por lo que está disonancia es todavía más chirriante. Este hecho parece síntoma de algo muy grave. El control. La prensa está controlada, maniatada, drogada. No por los censores de bigotillo mosca y gafas negras, sino por otros censores que compran y venden, despiden y contratan. Mucho más efectivos. Pensemos en CNN+. No es ninguna tontería pensar que si no le sacan rédito económico a la cosa le buscarán al menos el rédito político y si no, a la calle. La censura del dinero es la más eficaz de todas.

 Vivimos un momento en el que la aparente mayor libertad ha generado sólo concentración en torno a la mediocridad. Más canales de televisión y más basura. Más prensa escrita menos diversidad de opinión.

 Sistema de partidos y oferta monocolor. Seguidismo de lo que llaman mercado y quieren decir oligopolio.Los partidos políticos ya no representan realmente a la sociedad. Es una tiranía de la oferta. No hay diversidad. Los dos grandes y luego los friquis. En medio la mayoría de la población, sin referente, sin liderazgo. Han erosionado el sistema democrático. El gran pacto de Estado es el principio del pacto para la disolución del Estado.

 Los sindicatos, con un pobre porcentaje de afiliación y con pobre participación de los trabajadores en las elecciones sindicales, son dudosamente representativos, incluso en términos legales. La fuerte dependencia de su estructura burocrática respecto de fuentes de financiación ajenas a sus bases, les deja impedidos para la objetividad y en última instancia para la honestidad.

 Estamos solos, caballeros. Hagamos lo que hagamos lo haremos solos. Nos queda Internet, mientras no lo censuren, claro está.

 

 

 

 

 

Nota.- La magnífica viñeta ha sido tomada del blog argentino de literatura y opinión http://lamaqdeescribir.blogspot.com/2009_10_01_archive.html,

 

 

El aumento de la edad de jubilación

El aumento de la edad de jubilación

El aumento de la edad de jubilación es una medida económicamente ineficiente, tanto a nivel micro como a nivel macro. Es una medida socialmente injusta. Es una medida políticamente erosionadora del sistema democrático. Es una medida conflictiva desde el punto de vista de la paz social.

 Es una medida económicamente ineficiente a nivel micro porque aunque aumenta la esperanza de vida, no se disminuye el deterioro que supone la vejez en forma de declive físico, aumento de las enfermedades óseas y musculares e, incluso psíquico-cognitivas. Dicho de otro modo, vivimos más, pero no con menos achaques. Un trabajador de la industria a los 65 años no está en condiciones de desarrollar tareas de exigencia física con eficacia, ergo no vale para la industria. Entre los 65 y 67 estará más tiempo de baja que trabajando. Un trabajador del sector servicios español típico, es decir, de turismo y hostelería, a los 65 años no está para atender terrazas y recoger mesas, que es lo que hace el sector servicios español. En el sector bancario, seguros, consultoría, etc el propio sistema lo habrá expulsado del mercado laboral muuuucho antes, entre los 50 y los 55 años. En los 17 años que le queden para jubilarse se dedicará probablemente a trabajar en la economía sumergida o en sus proximidades. Sólo queda la Administración Pública, en donde generalmente la burocracia no es demasiado exigente, salvo en los puestos de atención al público. En la Administración podría mantenerse este esquema, aunque tampoco parece interesante desde un punto de vista de cambio cultural. En definitiva el retraso en la edad de jubilación es malo para la productividad y hace al país MENOS COMPETITIVO de lo que ya es.

 Es ineficiente a nivel macro porque dificulta el acceso al mercado laboral de los jóvenes, a los que se les bloquea aún más la entrada. No permite poner el foco de la economía en los grupos sociales más dinámicos y emprendedores, aunque los ancianos tengan un importante papel social en cuanto a la expresión de su experiencia. Pero el retraso en la edad de jubilación no supone automáticamente que ese presunto rol se vaya a fortalecer. El retraso en la edad de jubilación FORTALECE EL DESEMPLEO estructural.

 El aumento en la edad de jubilación es BRUTALMENTE INJUSTO para generaciones enteras de españoles que entraron en el mercado laboral a los 14 años, llevando más de cincuenta años cotizando.

 Es una medida erosionadora del sistema democrático, porque se adopta al margen de los programas electorales y de espaldas a los votantes, para complacer otros intereses y fortalecer imágenes de dureza que gustan a los denominados “mercados”. Al margen de analizar la posible base jurídica de una querella por estafa contra algunos políticos con nombres y apellidos, por vulnerar lo dispuesto en sus programas electorales, algo que no sería tan descabellado…se produce la dinámica de una pérdida de legitimidad democrática clarísima. Tú me votas, yo hago lo que quiero. Tú protestas, yo hago lo que quiero. Tú me votas, yo no gobierno para ti. Estamos ante un nuevo esquema de democracia entendida como TIRANÍA ELECTIVA cada cuatro años. Un nuevo esquema de despotismo ilustrado al revés que podríamos denominar “todo contra el pueblo, pero con el pueblo”. El origen del poder es popular pero el objeto de su ejercicio es contra el pueblo. Exactamente al contrario que el despotismo ilustrado del siglo XVIII.

 Es una grave quiebra de la paz social, que en el mejor de los casos llevará a un mayor individualismo y a un sálvese quien pueda. En el peor de los casos puede suponer la quiebra de la clase media y la polarización social, con el ascenso de fórmulas anti-sistema y finalmente el inevitable conflicto, en una lamentable e irresponsable reedición de los años treinta del siglo pasado.

 Ante el problema de las pensiones, la solución más justa y sostenible es tomar todo el período de cotización para el cómputo. Tanto has cotizado, tanto cobras. Otra posibilidad es reducir las pensiones más altas. El sistema público no tiene por qué financiar retiros de lujo. Se trata más bien de un sistema estándar de pensiones. Quien tenga buenas posibilidades económicas puede complementar el sistema público con el sistema privado. Incluso la solución planteada por la ultra izquierda de sostener las pensiones vía impuestos, aunque económicamente no es muy acertada, sí lo es al menos en cuanto a equidad, bastante mejor que la solución planteada por los nefastos y anti-democráticos gobiernos de la zona euro.

El capitalismo es una cuestión cultural

El capitalismo es una cuestión cultural

El capitalismo es una cuestión cultural.

 

Todas las actividades humanas, excepto las fisiológicas y aún así habría que analizarlas convenientemente, son culturales. Cultural es la forma de comer, de vestir, de aparearse, de envejecer, de morir e, incluso el destino de nuestros restos mortales. Todo suele ser cultura en el ser humano. Sin embargo, por no sé qué extrañas razones los economistas piensan que su ciencia trasciende la conducta humana. Sean liberales, keynesianos o marxistas (si es que queda alguno), entienden que sus análisis y recetas sirven para cualquier sociedad, tiempo o lugar. Y no es así, el comportamiento económico tiene mucho de inconsciente, culturalmente heredado y para nada se diferencia de los otros ámbitos de actuación humana, individual o colectiva. Bueno sería que entre tanto sesudo matemático económetra asomase la nariz algún antropólogo. Aunque pueda resultar reduccionista y cuestionable, el libro de “la ética protestante y el espíritu del capitalismo” de Max Weber explica mucho mejor ciertos comportamientos económicos actuales que algunos esotéricos trabajos de curvas, rectas y algoritmos.

 

Podrían intuirse en la realidad económica muchas conductas no explicables sólo a través de criterios económicos. Sólo se pueden explicar desde la antropología cultural y la ciencia política. Por ejemplo:

 

Primero: no existe la competencia perfecta. En la vida humana quien adquiere una posición de fuerza la impone. Quien domina el mercado intenta  eliminar los mecanismos de competencia del propio mercado. No es distinto de la política.

 

Segundo: las conductas humanas las llevan a cabo los seres humanos. Sólo una visión medieval de la existencia puede  creer en “manos invisibles” y cosas por el estilo. Creer en la mano invisible del mercado es lo mismo que creer en la astrología.

 

Tercero: la suma de los egoísmos individuales da lugar al egoísmo colectivo. La guerra de uno más uno no da lugar a una mejor sociedad, sino a una guerra de todos contra todos. La competencia entre individuos promueve el ingenio y el carácter. Pero los grandes saltos cualitativos de la humanidad han nacido de grandes esfuerzos colectivos.

 

Cuarto: el sector privado norteamericano es innovador y proactivo no por su amplia libertad de mercado, sino porque es norteamericano. Somos anglosajones, amamos la libertad individual, no nos fiamos del Estado, estamos en medio de un continente nuevo y nos buscamos la vida.

 

Quinto: el sector privado alemán se orienta al largo plazo y a la producción. Somos germánicos, trabajamos duro y al detalle, disciplina prusiana, cumplimiento del deber exacto. El buen producto es el resultado de nuestro trabajo y nuestra filosofía de vida.

 

Sexto: somos latinos. Derecho Romano. La riqueza se traduce siempre en casas o tierras. No eres nadie si no tienes tu pisito. Aprobar en los exámenes estudiando no tiene mérito. Corto plazo. Comamos y bebamos que mañana moriremos. No nos fiamos del Estado, tampoco del sector privado. Sólo nos fiamos de nuestra familia.

 

Séptimo: somos asiáticos. El pueblo es guiado por un gran líder. El trabajo silencioso del pueblo vence todas las barreras. Be water my friend.

Nueva denominación

Nueva denominación

El Gobierno de España, después de conceder un contrato de consultoría por 120.000.000 euros, convenientemente fraccionado, al Partido para la Liberación de Judea (La Vida de Bryan), cuyo informe no ha llegado porque dicho partido, tras numerosas votaciones y debates, se ha disuelto en este plazo y se ha quedado con la pasta…sobre la conveniencia de adaptar las denominaciones oficiales de Ministerios y centros directivos de la Administración General del Estado, a la nueva realidad económica y social

 

 ha llegado a la siguiente,

 

RESOLUCIÓN

 

La denominación de Reino de España es demasiado escueta para la importancia y grandeza de nuestra patria, duodécima economía mundial, por lo que se propone:

 

Protectorado del FMI de la Sagrada Confederación de Autoproclamados Estados Soberanos de la Península Ibérica excepto Portugal y Andorra.

 

La denominación de Gobierno no es adecuada a la verdadera labor de tan insigne institución, por lo que se propone:

 

Desgobierno de España y, por tanto, Presidente del Desgobierno y Vicepresidentas 1ª y 2ª del Desgobierno de España.

 

La denominación de Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación (MAEC) no se corresponde con el verdadero enfoque del más antiguo de nuestros departamentos ministeriales, por lo que se propone Ministerio de la Bajada de Pantalones Permanente y Cooperación.(MBPPC)

 

El Ministerio de Economía y Hacienda es el más sencillo de transformar. Se pasa a denominar Ministerio de Voy a Bruselas a Ver que me Dicen y Hacienda sólo somos los Tontos. (MVBDHT)

 

El Ministerio de Interior pasa a tener una denominación más sencilla si cabe, pasa a denominarse Ministerio de No Estamos Negociando (MNN).

 

El Ministerio de Defensa ha de adecuarse a las demandas de un Ejército moderno y profesional, por lo que pasa a denominarse Ministerio de los Mando al Fregao con una Mano Delante y otra Detrás (MMFMDD)

 

El Ministerio de Educación, habida cuenta de las grandes reformas habidas tan necesarias para el futuro de los jóvenes de nuestra nación, pasa a denominarse Ministerio de cómo Aprobar sin Esfuerzo (MASE)

 

El Ministerio de Trabajo e Inmigración tampoco ha supuesto ningún problema, ya que pasa a denominarse Ministerio de la Cola del Paro (MCP), acorde con su notabilísima labor.

 

El Ministerio de Vivienda ha sido el más difícil de transformar porque su enfoque es, sin duda el más complejo. Pasa a denominarse Ministerio de Qué Hago Con tanta Puta  Casa Vacía y sin Venderse, pero No Pasa Nada porque No Tengo Competencias (MQHCPCVVNPNNTC), con lo que su gestión siempre merece la máxima consideración.

 

El Ministerio de Fomento, adalid de la obra pública y de los estímulos a la demanda agregada nacional, pasa a denominarse Ministerio de No me Dedico a Esto porque Me Interesa Más Mi Partido (MNDEMIMP), siendo alabable tan polifacética actitud.

 

El Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, salvación de los bosques y ríos de nuestra geografía pasa a denominarse Ministerio de He Troceado los Espacios Naturales entre las Comunidades Autónomas y No Hay Quien se Entienda (MHTENCCAANHQE)

 

Su Sección de Agricultura, correa de transmisión con la Unión Europea de los intereses nacionales se desgaja del ministerio y forma uno independiente, pasando a denominarse Ministerio de No Doy la Cara por los Productos Españoles (MNDCPE). Se ha considerado su integración en el Ministerio de la Bajada de Pantalones Permanente y Cooperación, antiguo Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, dada la gran afinidad en cuanto a planteamientos entre ambos departamentos ministeriales, pero el Sr Ministro de antiguos Asuntos Exteriores no ve con buenos ojos que alguien se baje los pantalones más rápido que él.

 

El Ministerio de Sanidad, acorde con sus múltiples competencias pasa a denominarse Ministerio de Coordinación de Competencias Traspasadas (MCCT)

 

El Ministerio de Igualdad pasa a denominarse Ministerio de Papá Soy Ministra (MPSM).

 

El Ministerio de Cultura, encargado de potenciar una nueva edad de oro en la cultura española ha subrayado su perfil y, por tanto, pasa a denominarse Ministerio de Ayudas con Dinero Público a Películas Infumables (MADPPI).

 

El Ministerio de Justicia ha decidido adaptar su denominación a su innovadora tarea y pasa a denominarse Ministerio de No Utilizamos Ordenadores Aunque la Justicia es Lenta Pero Segura, A Veces (MNUOAJLPSAV)

 

El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, de gran importancia para fomentar la exportación y generar algo de tejido industrial en España de una puñetera vez en varios siglos, pasa a denominarse Ministerio de la Mejor Industria es la Que No Existe (MMIEQNE), siguiendo el grato ejemplo de los tiempos de nuestro querido Felipe González, gran impulsor de la eliminación de la incipiente y odiosa industrialización de España.

 

El Ministerio de Ciencia e Innovación pasará a denominarse Ministerio de Prometimos I Más D Pero No Hacemos Más Que Recortarlo y Fomentamos la Fuga de Cerebros (MPIDPNHMQRFFC)

 

El Ministerio de Política Territorial, acorde con su naturaleza pasa a denominarse Ministerio de Para Qué Sirve (MPQS), denominación que ensalza la inabarcable agenda del señor ministro.

Por último, el Ministerio de Presidencia, habida cuenta de sus nuevas funciones en la redistribución ministerial, pasa a denominarse Ministerio de No Veas Como Me Jode Que Me Ninguneen (MNVCMJQMN)

 

Esta decisión pasará a tener efectos a partir del día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial Protectorado del FMI de la Sagrada Confederación de Autoproclamados Estados Soberanos de la Península Ibérica excepto Portugal y Andorra (BOPFMISCAESPIEPA).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La sociedad cortesana

La sociedad cortesana

Siempre me ha llamado la atención la conducta de los hombres trajeados. Se distingue claramente quien lleva traje por obligación y quien lo lleva por obligación y gusto. Muchos de los que hacen uso del transporte público llevan las manos en los bolsillos y dan unos pasitos hacia delante y hacia atrás, como si fuesen pavos reales, contoneándose. Es como si el dichoso traje les ofreciese un porte y un estatus social que aquel que lleva otras ropas, en ocasiones más caras, no poseyera. Dicen a los demás viandantes, eh, que llevo traje y corbata, que soy alguien, que tú no eres, pobre diablo. Aquellos que llevan traje como uniforme de faena no suelen hacer tales ostentaciones.

 

Por eso, el día en que Steve Jobs, presidente de Apple presentó al mundo su nuevo modelo de ipad en pantalones vaqueros, me llamó francamente la atención. ¿Qué gran empresario, alto cargo o quien se crea alguien en España, iba a presentar un producto de nivel mundial, de manera tan relajada? Bueno, más bien habría que preguntarse si alguna vez alguien en España podrá presentar un producto de nivel global. Pero volviendo a la cuestión, parece impensable. Si hasta un concejal de pueblo se cree más que un ministro.

 

Esto es así, porque España es en el fondo una sociedad cortesana, tal como me lo decía un buen amigo mío, al que admiro desde siempre. España, país de hidalgos, ha pasado de puntillas por la revolución industrial, tan de puntillas que es un país prácticamente desindustrializado. Se ha evolucionado de una sociedad agraria a una sociedad de servicios en menos de treinta años. Pero las conductas atávicas permanecen en lo más profundo de nuestra vida cotidiana. La relación sigue siendo más valorada que la realización. La posición sigue siendo más importante que el mérito en una sociedad tan cerrada como la de nuestros abuelos. Las oportunidades de negocio dependen más de los buenos contactos que te ofrecen sustanciosos contratos, que el servicio o el producto reales en términos competitivos.

 

Y así es nuestra sociedad cortesana. Centrada en la apariencia antes que en el trabajo real. Como los viejos hidalgos, sentimos repugnancia por las artes mecánicas. Como los viejos hidalgos, las buenas familias colocan de escuderos a sus retoños en las sucursales españolas de las multinacionales extranjeras, a cambio de contactos, contratos, etc,etc, ay, la corte. Espléndidos efebos de pelo largo y rubicundo que no han hecho nada en su vida, más que estudiar en colegios caros, visten caros trajes y relojes y miran por encima del hombro a los viandantes, sin seguir haciendo nada de provecho en su vida. Siguen ahí como peones de matrimonios preparados (ahora se supone que matrimonios comerciales), como los de antes.

 

Y el poco orgullo de hidalgo que pueda quedar en mi sangre mira con envidia los desgastados vaqueros de Steve Jobs.

El aire del verano me hace libre

El aire del verano me hace libre

El verano tiene algo maravilloso. Es quizás la parte del año en la que las personas pueden ser personas. En las vacaciones puedes ser padre, hijo, marido, amante, novio, aficionado, artista, deportista, entre otras cosas; antes que empleado, jefe, ciudadano, contribuyente y otras tantas cosas de la vida pública. Es como si tu reducto privado se acrecentase y lo exterior perdiese poder. Y es ese reino compartido con las personas que quieres, donde el verano te sitúa. Desde luego, mucho más que los robados ratos libres del invierno. Agosto te coloca en el espejo de lo que realmente eres y lo que realmente dejarás en la vida.  Es cierto que se puede ser turista masivo, consumidor de chiringuito, luchador de sombrilla y toalla y otras tantas cosas alienantes. Algunos hasta buscan esa alienación compulsiva para evitar ponerse delante del espejo estival. Pero también se puede escapar de la locura colectiva.

 

Pero si hay algo que en verano me fascina es el adelgazamiento de los medios de comunicación. La producción de noticias se reduce, salvo las catastróficas, que desgraciadamente no se van de vacaciones. Los medios nos invaden menos. La saturación habitual de nuestros cerebros se suaviza y, oh, milagro, podemos pensar más por nosotros mismos o leer libros de contenido no profesional, novelas, comics o charlar tranquilamente. También es más fácil reencontrarnos con los recuerdos del pasado y las que son, al fin y al cabo, las señas de nuestra identidad. Es como si este maravilloso agosto nos permitiese ser un poco más nosotros mismos. Y de pronto todas las vivencias se vuelven más personales e intransferibles, lejos de la conceptualización machacona que llevan a cabo los medios de todos los aspectos de nuestras vidas. Con el afán de producir contenidos describen todo y todo lo invaden, no dejando nada a lo inefable.

 

La verdad es que se vive mejor así. Disfrutemos hasta septiembre, cuando vuelva la vorágine.

Algunos males de la universidad española

Algunos males de la universidad española

 

Algunos estudios sitúan a las universidades españolas a la cola de los países de la OCDE. Esta situación se puede deber a las siguientes causas, que aderezaré con algunas frases que se pueden escuchar dentro de los muros universitarios:

 

1. Falta de orientación de los planes de estudios hacia los alumnos. En la elaboración de los planes de estudios priman más los acuerdos y repartos entre áreas de conocimiento que las necesidades reales de los estudiantes. Metemos Derecho Eclesiástico en Gestión Pública  porque el cura nos apoya en la Junta de Facultad.

 

2. División del profesorado entre personal funcionario y laboral, que hace que el segundo acabe trabajando para el primero y finalmente su misma precariedad le impida desarrollar su propia formación. Ni el primero se esfuerza ni el segundo se consolida. Si te portas bien y me traes el café ya veremos si renovamos tu contrato. Entre tanto, pásame a ordenador estos papeles y luego, cuando te sobre tiempo escribe tu tesis, que ya veremos si la lees.

 

3. Un sistema selectivo que no sigue un modelo de oposición claro como en el resto de etapas educativas, primando los intereses de clanes y la cooptación. Tiene dos votos entre los miembros del tribunal y el del “catalán” que está dudoso. Parece ser que el candidato de fuera al final se va a llevar el gato al agua.

 

4. Primacía de intereses locales y políticos. La universidad como retiro honorable de los amigos políticos a los que se debe favores y para los amigos, amigas, amantes de los políticos a los que se debe favores. Lo han echado a la calle para que ocupe su plaza una querida de Z. (famoso político valenciano).

 

5. Orientación de los servicios de empleo universitario a la intermediación en el mercado laboral y no para las prácticas y la posterior creación de empresas. No es que esté mal saber de todo y agarrarse a lo que sea en la vida, especialmente para los veranos o sacarse un dinero en momentos puntuales, pero estratégicamente es un error. Ya que el valor añadido de los productos de las empresas españolas es pobre, se condena al subempleo crónico a los universitarios de más nivel y, de paso, se priva al tejido productivo nacional de empresas innovadoras. Título, ingeniero de sistemas informáticos. Le enviamos de prácticas a Hormigones Martínez. Bill Gates no hubiera montado Microsoft trabajando en Hormigones Martínez (con todo el respeto del mundo).

 

Seguro que hay muchas más causas, pero a mí éstas me parecen las más importantes.

Florentino Pérez no tiene ni idea de fútbol

Florentino Pérez no tiene ni idea de fútbol

Florentino Pérez representa todo lo bueno y malo de los últimos años de la economía española. Este especulador más que empresario, antiguo funcionario del Ayuntamiento de Madrid, parece más un conseguidor de grandes contratos que un productor “desde abajo” de un bien o servicio con valor añadido y cuyo valor añadido le haga vencer a la competencia. A través de las grandes plusvalías se metía en nuevos proyectos, conseguidos a través de su magnífica cartera de relaciones, en un esquema casi piramidal. Pero si lo miramos bien, no hay un producto exportable, nada que haga mejor que otros. Florentino no está construyendo un imperio en el exterior. Con la crisis española ha conseguido salvar los muebles y poco más.

Y ha llevado su lógica al fútbol y, concretamente, al Real Madrid. Su planteamiento de grandes contratos se plasma en grandes fichajes, bajo su lógica de gran conseguidor. Esos grandes contratos generarán las grandes plusvalías vía merchandising que permitirán más grandes contratos y, nuevamente, la lógica piramidal. Pero he aquí que el fútbol, tan caprichoso él, se parece mucho a la vida real y, por tanto a la economía real. En cuanto a sus efectos mediáticos el fútbol se parece a una gran multinacional del mundo audiovisual. Pero, sin embargo, en su lógica productiva, se parece a una pyme. Los éxitos o fracasos deportivos se consiguen de una manera estable, más bajo la filosofía de la empresa familiar y de la cohesión de los grupos humanos, que bajo la de la gran multinacional. Curiosamente, el Real Madrid de Bernabeu, tan cacareado por Florentino, respondía a una lógica paternalista propia de la época, pero que casaba muy bien con el esquema futbolístico.

Y si miramos los clubes que más títulos continentales han conseguido en los últimos años, que son el Manchester United y el FC Barcelona, combinan el esquema de la pyme a nivel micro y de la multinacional al nivel macro del marketing. Los ejemplos de Alex Ferguson dirigiendo al Manchester durante décadas o del Barcelona, siguiendo un estilo reconocible durante los últimos veinte años desde sus categorías inferiores, parecen dar la razón a este esquema. Florentino Pérez subvirtió un modelo que al Real Madrid le iba bien, que procedía de los tiempos de Bernabeu, que era fabricar jugadores desde la base, combinándolos con fichajes puntuales de alto nivel. De hecho el Real Madrid siempre tuvo más cantera que el FC Barcelona, que era el club de los grandes fichajes mediáticos y al Madrid siempre le habían sonreído más los triunfos que al Barcelona. Hoy se han cambiado las tornas.

Lo peor para el Real Madrid es que esta manera de actuar de Florentino Pérez ha endeudado al club, no le ha permitido adquirir un estilo estable de juego ni reconocible y, además, ha generado una cultura muy mala en la institución. Florentino se irá más pronto que tarde y dejará un lastre que tal vez pasen décadas hasta que los merengues puedan superarlo.

¿Quién me lo iba a decir cuando coleccionaba cromos de Naranjito?

¿Quién me lo iba a decir cuando coleccionaba cromos de Naranjito?

¿Quién me lo iba a decir, cuando coleccionaba cromos de fútbol en acción, el programa de Naranjito, nuestra mascota del Mundial 82? Fue el único álbum de cromos que llegué a completar en mi vida. Me acuerdo que me faltaba el cromo de la selección de Nueva Zelanda, que mira que era mala, pero el cromo en cuestión me costó otra media colección de cromos "repes" que tuve que canjear con el malvado especulador de cromos de Nueva Zelanda. Aquellas páginas nos trasladaban a Jules Rimet y el Conte Verde, el buque que viajaba a Montevideo en 1930. Yo me imaginaba unos cuantos tíos en chándal haciendo tablas de gimnasia como las que nos arreaba nuestro profesor de gimnasia en mi colegio, no veas... Y luego Brasil y el maracanazo, y Chile, Inglaterra, México y así siempre. Y me imaginaba las semifinales como una especie de club celestial, como otra realidad dentro de la realidad, prohibida a los malditos mortales. Como un mundo reservado a cuatro grupos de héroes en el que el otro mundo, el real, era un estorbo. ¿Cómo es posible que los mundiales terminasen en julio? ¿y toda esta gente qué haría entre tanto? Tan entretenidos en las cuestiones del paraíso, qué absurda pérdida de tiempo la vida normal, la vida sin fútbol. Todo eso se me pasaba por la cabeza de chiquillo.

 

Por eso, cuando este domingo Íker levantó la copa casi se me escapa una lagrimilla. No podía ser. España levantando la copa de campeona del mundo. En el sitio por donde han pasado Garrincha, George Best, Beckenbauer, kempes y otros tantos. Todos aquellos que en mi álbum estaban inmortalizados, que vivían en el olimpo de hojas arrugadas y pegamento imedio. Están ahí, con los del Conte Verde, para siempre, compartiendo cartel con balones de cuero naranja y porteros con visera y rodilleras.Para siempre. Qué tiempo más estúpidamente desperdiciado entre mundial y mundial.

Cuando los ciudadanos son un mal necesario

Cuando los ciudadanos son un mal necesario

En un episodio de la genial serie Futurama, la cabeza de Richard Nixon, conservada en formol, afirmaba que él nunca había visto que las elecciones fuesen algo necesario para “el proceso”.

 

Y ciertamente, es así. Los ciudadanos son un mal necesario, gente que te vota cada cuatro años, a los que presentas un programa político que no tienes por qué cumplir, ante cuyo incumplimiento no tienes por qué dimitir, ciudadanos a los que vendes caramelitos de fresa electorales pero que sistemáticamente puedes hacer retroceder en sus derechos y libertades.

 

Porque gobiernas al dictado de tus acreedores, los que te han prestado el dinero para que en tu incompetencia te lo hayas gastado en tonterías. Porque gobiernas al dictado de los acreedores de tus bancos, que se han endeudado para que todas las familias de tu país se endeuden a su vez, de por vida y que a la vuelta de la esquina, han visto esfumados sus puestos de trabajo. Porque tu banco central no hizo nada para frenar esa vorágine y ahora dice que te quedas corto en tus recortes. Haces que los españoles volvamos a ser competitivos contra Marruecos y no contra Silicon Valley. Jornaleros a cuatro duros, ñapas, poner copas y ladrillos, porque parece que no valemos para otra cosa. Pero los muchos que valen, que a otras empresas extranjeras sí les valen, inician el camino del destierro. Cada vez hay más españoles que hacen las maletas. Nunca volverán, porque su sitio está ocupado por incompetentes como tú.

 

Pero, ¿qué más da? Nadie te va a sentar en el banquillo pidiéndote responsabilidades por las miles de familias destrozadas.

 

Mientras, entre tanta confusión, alguien se ha llevado toda la pasta de estos años de grúas, yates, campos de golf, grandes hermanos, BMWs y narices de platino y no sabemos por donde anda. Ah, sí, por Suiza.

 

Los ciudadanos se llevan los palos pero no la plata. Ellos votan a los gobernantes pero los gobernantes no gobiernan para ellos. La democracia está en peligro. El camino de la regeneración es tan simple como duro: honradez y coherencia. Si has fracasado, dimite. Si gobiernas, cumple, y si no, no te metas.

 

Es verdad, las elecciones realmente no son necesarias para “el proceso”.

El Partido Socialista Obrero español ha fracasado en su misión histórica

El Partido Socialista Obrero español ha fracasado en su misión histórica

El Partido Socialista Obrero Español ha fracasado en su misión histórica. Sea por mala gestión, por mala coordinación con otros partidos de izquierda europeos, por su incapacidad para gestionar los tiempos, se ha estrellado. Su finalidad socialdemocrática de equilibrar la sociedad profundiza cada vez más y más en la polarización social. De manera involuntaria se convierte en aquello para lo que en contra se creó.

 

Personalmente, no soy muy de izquierdas. Creo en la iniciativa individual, en la libertad y no soy muy amigo de las socializaciones masivas. Sin embargo, sin que les ahoguen la iniciativa, las sociedades necesitan equilibrio (¿cohesión social?). El papel de la izquierda es lograr ese equilibrio. El papel de la derecha, que no se ahogue la iniciativa. Ahora estamos en un momento en que el equilibrio social está en peligro. Los de la iniciativa la buscan a toda costa y a corto plazo, olvidando las bases del equilibrio social a largo plazo e incluso, de su propio mercado. Sin equilibrio social no hay mercado ni consumo.

 

 El Partido Socialista Obrero Español, partido que más se identifica con la mayoría sociológica española, en su mala gestión de la crisis no ha incurrido tan siquiera en la tercera vía del laborismo inglés, se ha ido de cabeza a la primera vía del Thatcherismo más rancio. Para este viaje no se les necesitaba. Ahora alguien tendrá que ocupar su lugar en el necesario papel de lograr cierto equilibrio social. Es de justicia y por otro lado, es necesario para que sobreviva la democracia.

 

 Señores, sean honestos. Digan, hemos fracasado, no hemos cumplido con nuestro cometido. Disuelvan el partido y refunden otra cosa. Este esquema ya no vale.

Más allá del principio de Pareto

Más allá del principio de Pareto

El principio de Pareto es un intento de simplificar el esfuerzo concentrándose en la eficiencia. La regla del 80-20 nos indica que el 80% del esfuerzo supone un 20% de los resultados y un 20% del esfuerzo determina un 80% de los resultados.  Se trata de buscar la máxima efectividad con el mínimo esfuerzo, evitando el derroche de recursos. Sin embargo, la proporción de ineficiencia en términos de Pareto es la que cualitativamente supone el avance de la humanidad. Porque si somos atentos, podemos comprobar que todas las cuestiones fundamentales de la vida son colaterales a los objetivos. La penicilina se descubrió en ese 80% de esfuerzo inservible aparentemente. Lo mismo podríamos decir de la ley de gravitación universal. También el conocimiento del amor de tu vida o, incluso, en ese imprevisto 80% la concepción y el nacimiento. Por desgracia, la muerte también sobrevendrá en ese rasgo colateral.

 

Y lo que es más importante, ese 80% forma parte del intangible a largo plazo, que no se ve a corto, que no da ese 20% de eficiencia cortoplacista, pero que permitirá el sostenimiento de la sociedad a futuro. Es decir, la cultura del esfuerzo, del trabajo bien hecho, de la innovación. El capitalismo, al destruir los oficios destruyó el sentido del esfuerzo por un producto, concentrándose tan sólo en ese 20% que permite el cumplimiento de objetivos, pero que no te permite el background acumulado del 80%. El acortamiento de los tiempos en la elaboración, consumo y demás, convierten la sociedad en economía de la basura: televisión basura, comida basura, contratos basura, salarios basura. Todo se hace mal y nada supondrá un salto cualitativo, un salto que suele producirse en ese 80% del tiempo de lo aparentemente ineficiente.

 

En definitiva, como decía John Lennon, la vida es aquello que te va pasando mientras tú planeas otra cosa.