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micolumna

Es la industria, estúpido

Es la industria, estúpido

Cuando Daniel Bell predijo el fin de la sociedad industrial para transitar a una sociedad postindustrial o bien se equivocaba o bien fue mal interpretado. La industria produce bienes y los bienes se venden. Es más, habitualmente compramos bienes y servicios. Los primeros suelen ser más que los segundos. Los bienes o  se extraen de la tierra (agricultura y minería) o se producen (industria). Los servicios suelen girar en torno a los bienes. Me sirven un café porque compro un café. Viajo en metro, autobús o coche porque alguien lo ha fabricado antes. Hasta que el ser humano no se transfigure en un ser inmaterial, energía pura, en el más allá o en una forma evolucionada X, seguiremos requiriendo bienes y ni la industria ni la agricultura habrán muerto.

Por eso sorprende la ilusión con la que los políticos españoles han intentado arrasar con la escasa industria existente en nuestro país. ¿Tal vez porque las actividades industriales son sucias y molestas?¿Tal vez porque las artes mecánicas son indignas de un caballero de buena familia?¿Tal vez porque lo moderno son los servicios?

Algunos se escudan en su ideología liberal, afirmando que la mejor industria es la que sobrevive sola y que el Estado no debe entrar. No opinan lo mismo nuestros competidores, con menos remilgos ortodoxos, cuyas empresas participadas en parte por sus Estados se comen cuotas de mercado sistemáticamente, eliminando las de los países competidores. Se me vienen a la cabeza Renault y Deustche Telecom.

Otros países muy liberales ellos (EEUU y Gran Bretaña) han visto fulminada su industria y su balanza comercial desequilibrada salvajemente en favor de la nueva gran factoría mundial china. Se puede ser liberal, pero no tonto.

 

Jordi Nadal puso de manifiesto la imposibilidad de una revolución industrial en España durante el siglo XIX y principios del XX. Una sociedad agraria y atrasada emergió por la vía de la urbanización masiva en los años sesenta y setenta. Se produjo un cierto avance industrial. Luego llegaron los años ochenta y la entrada en la Unión Europea y las reconversiones. Decían que había que modernizar la economía. Pero miramos a nuestro alrededor y los alemanes tienen industria y minería; los franceses tienen industria y hasta nuestros parientes italianos, también tienen industria y exportan.

Una nación no puede basarse de modo sistémico en el sector servicios, porque salvo el turismo, actividad que nos ha regalado Dios y nuestros políticos han intentado pero no podido cargarse, porque el sol sigue luciendo fielmente en España; los demás servicios son difícilmente exportables. Y si no exportas tu balanza comercial se desequilibra y si se desequilibra tienes que financiarla con deuda. Es la industria, tíos, es la industria.

 

 

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