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micolumna

La soledad de la ciudadanía

La soledad de la ciudadanía

Es curioso el papel de la prensa en esta crisis. La de derechas porque es de derechas y la de izquierdas porque es del gobierno o de Emilio Botín, unos y otros han dejado huérfana de opinión a la mayoría de la sociedad. En la resaca del “pensionazo”, se percibe una espectacular divergencia entre los editoriales de los principales diarios y las opiniones de los lectores. Una discrepancia absoluta. Tan sólo entre el 1 o el 2% de los que envían su opinión a los foros coincide con los editorialistas. No olvidemos que los lectores suelen ser habituales de estos medios y están acostumbrados a su línea editorial, por lo que está disonancia es todavía más chirriante. Este hecho parece síntoma de algo muy grave. El control. La prensa está controlada, maniatada, drogada. No por los censores de bigotillo mosca y gafas negras, sino por otros censores que compran y venden, despiden y contratan. Mucho más efectivos. Pensemos en CNN+. No es ninguna tontería pensar que si no le sacan rédito económico a la cosa le buscarán al menos el rédito político y si no, a la calle. La censura del dinero es la más eficaz de todas.

 Vivimos un momento en el que la aparente mayor libertad ha generado sólo concentración en torno a la mediocridad. Más canales de televisión y más basura. Más prensa escrita menos diversidad de opinión.

 Sistema de partidos y oferta monocolor. Seguidismo de lo que llaman mercado y quieren decir oligopolio.Los partidos políticos ya no representan realmente a la sociedad. Es una tiranía de la oferta. No hay diversidad. Los dos grandes y luego los friquis. En medio la mayoría de la población, sin referente, sin liderazgo. Han erosionado el sistema democrático. El gran pacto de Estado es el principio del pacto para la disolución del Estado.

 Los sindicatos, con un pobre porcentaje de afiliación y con pobre participación de los trabajadores en las elecciones sindicales, son dudosamente representativos, incluso en términos legales. La fuerte dependencia de su estructura burocrática respecto de fuentes de financiación ajenas a sus bases, les deja impedidos para la objetividad y en última instancia para la honestidad.

 Estamos solos, caballeros. Hagamos lo que hagamos lo haremos solos. Nos queda Internet, mientras no lo censuren, claro está.

 

 

 

 

 

Nota.- La magnífica viñeta ha sido tomada del blog argentino de literatura y opinión http://lamaqdeescribir.blogspot.com/2009_10_01_archive.html,

 

 

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